Después de los años de crisis económica, aunque particularmente Cataluña no fue una de las regiones más precarias tras los malos datos ofrecidos por esos años de incertidumbre económica en el país, Girona ha conseguido volver a convertirse en un mercado próspero como en los años anteriores a la crisis de hace una década. Se trata de una economía que recientemente ha sido impulsada por la industria, el turismo y la construcción. Las empresas que se dedican a estas actividades económicas han conseguido aportar un mayor nivel de diferenciación, profesionalidad, capacidad y emprendimiento a la región que se ha alzado como una de las economías más fuertes del país en su conjunto.

Tras esos años de incertidumbre, alrededor del año 2014 o 2015, Girona comenzó a arrojar finalmente datos positivos que solo han ido en aumento hasta nuestros días. De hecho, a la recuperación de la provincia de Girona fue más rápida y más cuantiosa que en el resto de regiones de Cataluña y fue gracias al impulso de las nuevas empresas tanto originarias en Girona como las que establecieron su domicilio social en la región, empresas de industrialización, de seguridad, de tecnología, de turismo y también de construcción.